El vídeo de boda

A veces nos preguntan si además del reportaje de fotos de boda hace falta un vídeo de boda. Nosotros lo tenemos claro… ¡Por supuesto que sí!

Y no lo decimos como estrategia de venta para que contrates ambas cosas (vídeo y fotografía), sino por que pensamos que el vídeo es incluso más completo que un álbum de fotos en muchos aspectos.

En un mundo cruel que nos obligara a elegir entre una de las dos cosas para el día de nuestra propia boda, nosotros como profesionales nos quedaríamos sólo con el vídeo.

Sí, ya sabemos que lo tradicional es un reportaje de fotos con su álbum de boda, pero en este post vamos a intentar justificar nuestra respuesta con esta lista de ventajas de los vídeos de bodas:

1. EL SONIDO EN TU VÍDEO DE BODA

Os ponemos en situación: Una pareja de novios acaba de contraer matrimonio, tras meses de preparación ya están oficialmente casados, caminan sonrientes por el pasillo de la iglesia hasta la salida donde esperan todos los invitados con pétalos o arroz.

En ese momento la pareja se detiene, se agarran fuerte de la mano, miradita cómplice y comienzan a salir…

Alguien avisa a los despistados “¡Atentos que ya salen!”, comienza el murmullo creciente de gente nerviosa con los puños repletos de arroz “uuuuUUU…”, se oyen los tubos de confeti estallando “plaa, PUMMM!”, el murmullo se hace estruendo “uuOOOOEEEEE” y en un instante todo se inunda de colores, risas, gritos y vítores “¡VIVAN LOS NOVIOSSS! ¡GUAPOSS!” seguidos del clásico “¡QUE SE BESEN, QUE SE BESEN…!”

Ahora imaginemos este mismo momento pero contado sólo con fotografías… sin sonido.

De repente se ha perdido la mitad del recuerdo, toda la riqueza sonora, las voces de los invitados, el grito de los amigos, el “ai mi niña que guapa” de la abuela.

Con nuestros vídeos de bodas conservaréis todo ese ambiente sonoro original para poder revivirlo y emocionaros una y otra vez.

2. LA MÚSICA

Es cierto que este apartado está relacionado con el anterior, pero la música es una parte diferente dentro de la banda sonora que no solo se incluye para “rellenar de fondo”.

Es sin duda una poderosa herramienta para reforzar las emociones de los diferentes momentos de vuestro enlace, para dar unidad a las diferentes escenas y para transportaros de nuevo al estado anímico que vivisteis aquel día tan especial.

La música y el sonido harán que las imágenes adquieran una nueva dimensión respecto a la fotografía estática.

3. EL MOVIMIENTO

Una foto puede mostrar el momento en el que el novio pone el anillo a la novia en el altar, puede recoger las miradas, las sonrisas…

pero una foto no puede mostrar la mano temblorosa intentando acertar a la primera, no puede recoger los microgestos, los suspiros…

Solo el vídeo puede aportar esa capacidad de mostrar el movimiento.

Pero no solo eso, un buen videógrafo de boda sabrá configurar adecuadamente la cámara para jugar con el tiempo y ralentizar ciertos momentos, congelando o estirando el movimiento a voluntad.

La cámara lenta juega un papel trascendental en nuestros vídeos, jugando con el movimiento y abriendo un nuevo mundo de posibilidades temporales originales.

4. EL MONTAJE DE TU VÍDEO DE BODA

Pese a ser probablemente la parte más infravalorada o desconocida por parte de las parejas, la edición y postproducción de un vídeo de boda pueden también enriquecer el recuerdo con diferentes técnicas.

Desde la contraposición de planos por ideas, hasta la inclusión de efectos de película de cine, cortes emocionales y un sinfín de posibilidades creativas que añadirán valor y emoción a la memoria de vuestra boda.

Si bien una boda solo dura un día, el tiempo normal de montaje y postpo suele ser de entre una y dos semanas, a veces incluso más.

Un montón de horas de trabajo que muchas veces los clientes desconocen y que ayudan a entender el precio final de una película bien realizada, creativa y en definitiva el producto de alta calidad que nos gusta entregar a nuestras parejas.

5. EL FORMATO FINAL

Si bien los álbumes de boda son realmente bonitos y en cierto modo “mágicos” al abrir, no están exentos de cierta “pereza” por su gran tamaño y peso, así como acompañados de cierto “miedo” o respeto a que se manchen o estropeen.

En este sentido los vídeos de boda son extremadamente fáciles de guardar y visualizar. Con un pequeño pendrive se puede acceder a diferentes versiones del vídeo (tráiler, película o versión extendida) en función del momento o el público al que queramos mostrarlo.

Ya que no es lo mismo recordar la boda tranquilamente con tu pareja que mostrar un resumen rápido a unos amigos que os han visitado y tienen curiosidad.

Además los vídeos se pueden compartir fácilmente en redes con familiares o invitados lejanos, así como guardar en la nube para ser visualizados online. No se manchan, no ocupan espacio y duran para siempre.

CONCLUSIÓN

Todos estos motivos hacen que siempre os recomendemos encarecidamente los vídeos de boda.

Por suerte además no vivimos en ese mundo cruel que comentábamos al principio en el que hay que elegir una cosa o la otra.

Afortunadamente se puede seguir disfrutando del encanto de un reportaje de fotografías con su álbum de bodas tradicional sin renunciar por ello a un maravilloso y espectacular nuevo formato de recuerdo de vuestro evento, para tener una auténtica película cinematográfica del día de la boda.


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